II biennal d ´arst plastiques ART-NOSTRE 08

En este trabajo propongo un tipo de intervención menos artística y más social que la de la escultura tradicional. No quiero ocupar el espacio como normalmente se hace, sino hacer sitio, crear  y a la vez dar lugar, propiciar las condiciones para que surja el encuentro, el diálogo, el debate, y para eso, la obra no puede plantearse como una voz única, superior, privilegiada. Mis mujeres se niegan a ser ficticias y cada una ha querido dejar una impronta de soledad, ignorancia, incomprensión y abandono.

El trabajo es un reconocimiento al valor, al esfuerzo y a la dedicación de las mujeres de generaciones anteriores, que con  lo cotidiano, el quehacer de cada día con sus gestos y sus silencios, han marcado sus vidas, para que las generaciones que les seguimos tuviéramos la referencia, no sólo de las vivencias cercanas de nuestras madres, sino también de nuestras  abuelas, llenas éstas de lucidez y sabiduría popular, haciendo con ello una mueva lectura del ayer y creando así un nuevo código para leer el presente.