Gran parte del discurso artístico contemporáneo tiene lugar como reacción ante todo un conjunto de factores que afectan y transforman, cada vez más, el paisaje político, económico, social e ideológico de nuestros días. “La invariable-mente-realidad” es una instalación alegórica que hace referencia al tiempo actual y a la propia existencia del individuo, compleja, difícil, en medio de crisis y ausencias, pérdidas sucesivas, estrategias de supervivencia, incertidumbres y avatares diversos, experimentando la agudización de conflictos y problemáticas en detrimento de aquellos valores que han identificado la naturaleza de lo humano.Sólo si somos capaces de recuperar el espacio que primero ha deshabitado, el hombre, más que un enigma un desencuentro, quizás pueda alcanzar lo que impropiamente llama realidad. El deseo y la imaginación pueden superar las limitaciones, saliéndose del círculo e inventando ese otro lado de la vida.